José Antonio Barrios lleva a Ramos Sucre de la
poesía al teatro
Con la obra Mi reino por un sueño… una cuerda tensa a punto de romperse, el
actor y director José Antonio Barrios, se sumerge nuevamente en la dramaturgia
para recrear la vida y obra del poeta José Antonio Ramos Sucre.
Esta obra ganadora del I Concurso de
Dramaturgia Breve Gilberto Pinto, que concede la Casa Nacional de las Letras
Andrés Bello, se contagia de atmósferas ramosucreanas y a juicio del jurado
resalta su carácter innovador en la estructura dramática, la visión humanista y
poética de los personajes así
como un consistente dominio de la escritura escénica. “La obra se desarrolla entre el sueño y la pesadilla, hay escenas muy oníricas, llenas de imágenes que crean una atmósfera muy especial; personajes que aparecen como fantasmas y no se sabe si es un delirio o si es la realidad”, indicó Barrios. Luego de realizar un taller de poesía en Monte Ávila Editores, el dramaturgo quedó encerrado entre los versos de Ramos Sucre de tal forma que optó por escribir una pieza teatral para drenar su fiebre. “Me atrapó el personaje, en ese momento decidí escribir la obra. Fue un poeta adelantado a su época, a pesar de que en su momento estaba sujeto al silencio de la dictadura Gomecista, además no podía dormir, el insomnio era crónico, pasaba días en vigilia y eso lo aprovechaba para escribir su obra tan magnífica”, ilustró el también actor.
como un consistente dominio de la escritura escénica. “La obra se desarrolla entre el sueño y la pesadilla, hay escenas muy oníricas, llenas de imágenes que crean una atmósfera muy especial; personajes que aparecen como fantasmas y no se sabe si es un delirio o si es la realidad”, indicó Barrios. Luego de realizar un taller de poesía en Monte Ávila Editores, el dramaturgo quedó encerrado entre los versos de Ramos Sucre de tal forma que optó por escribir una pieza teatral para drenar su fiebre. “Me atrapó el personaje, en ese momento decidí escribir la obra. Fue un poeta adelantado a su época, a pesar de que en su momento estaba sujeto al silencio de la dictadura Gomecista, además no podía dormir, el insomnio era crónico, pasaba días en vigilia y eso lo aprovechaba para escribir su obra tan magnífica”, ilustró el también actor.
En Mi vida por un sueño, una cuerda tensa a
punto de romperse, Barrios propone además aspectos para la puesta en escena de
la obra, como en un intento de dirigir desde el texto con el fin de que no se
disperse la idea inicial.
“El teatro es un proceso acumulativo, el autor
coloca la semilla, el director le echa agua y germina, y termina de dar frutos
con los actores, sin embargo, sugiero desarrollar ciertas imágenes para la puesta
en escena a través de una pantalla multimedia de imágenes fijas y en
movimiento, inclusive hago consideraciones a nivel musical para que no se
divorcie de las atmósferas que quiero crear”, explicó.
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